Euclid: el ojo europeo que busca desvelar los secretos del universo oscuro

¿Qué es lo que compone el 95% del universo? ¿Cómo se originó y hacia dónde se dirige? Estas son algunas de las preguntas más fascinantes y desafiantes de la ciencia moderna, que intentan desentrañar los misterios de la energía y la materia oscuras, dos fenómenos invisibles pero omnipresentes que dominan el cosmos. Para responderlas, se necesita un instrumento capaz de observar el universo con una precisión y una amplitud nunca antes vistas. Ese instrumento es el telescopio espacial Euclid, una misión espacial europea que busca explorar el origen y destino del universo oscuro mediante la observación de miles de millones de galaxias a lo largo del tiempo y el espacio.

El universo oscuro es un concepto que surge a finales del siglo XX, cuando los astrónomos descubren que la expansión del universo, iniciada por el Big Bang hace unos 13.800 millones de años, no se está frenando como se esperaba, sino que se está acelerando. Para explicar esta sorprendente observación, se propone la existencia de una forma desconocida de energía que actúa como una fuerza antigravitatoria y que impulsa la expansión cósmica. A esta energía se le llama energía oscura, y se estima que representa el 70% del contenido energético del universo.

Pero la energía oscura no es el único componente invisible del cosmos. También existe la materia oscura, una forma de materia que no emite ni refleja luz, pero que ejerce gravedad sobre la materia ordinaria. La materia oscura se detecta por sus efectos sobre las galaxias y los cúmulos de galaxias, que se mantienen unidos gracias a su influencia. La materia oscura también influye en la formación y evolución de las estructuras cósmicas, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Se calcula que la materia oscura constituye el 25% del contenido energético del universo.

Para estudiar estos dos componentes fundamentales del universo oscuro, se han realizado diversas observaciones con telescopios terrestres y espaciales, como el telescopio Hubble o el satélite Planck. Sin embargo, estas observaciones tienen limitaciones en cuanto a la resolución, la cobertura y la sensibilidad, lo que impide obtener mediciones precisas y confiables de la energía y la materia oscuras. Además, existen desafíos teóricos y experimentales para comprender la naturaleza y el comportamiento de estos fenómenos, que ponen a prueba los modelos físicos y cosmológicos actuales.

Para superar estas limitaciones y desafíos, se ha diseñado el telescopio espacial Euclid, una misión pionera que abrirá una nueva ventana al cosmos. Euclid es un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la NASA y otras agencias e instituciones internacionales. Euclid fue lanzado al espacio el 1 de julio de 2023 desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9. Su destino es una órbita alrededor del Sol a una distancia de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, donde podrá observar el cielo sin interferencias.



Euclid está equipado con un telescopio de gran angular y dos instrumentos ópticos: un fotómetro visible (VIS) y un espectrómetro infrarrojo cercano (NISP). Estos instrumentos le permiten captar la luz visible e infrarroja de las galaxias, lo que le da ventajas sobre otros telescopios que solo pueden ver una parte del espectro electromagnético. La luz infrarroja es especialmente útil para estudiar las galaxias más lejanas y antiguas, cuya luz visible se ha desplazado hacia el rojo debido a la expansión del universo.

Euclid utilizará dos técnicas complementarias para estudiar el universo oscuro: la lente gravitacional débil y las oscilaciones acústicas de bariones. La lente gravitacional débil se basa en el hecho de que la materia oscura curva el espacio-tiempo y desvía la luz de las galaxias que se encuentran detrás de ella. Esto produce distorsiones en la forma y el brillo de las galaxias observadas, que pueden ser medidas y analizadas para inferir la distribución y la evolución de la materia oscura. Las oscilaciones acústicas de bariones se refieren a las fluctuaciones de densidad que se produjeron en el plasma primordial del universo, antes de la formación de las primeras estrellas. Estas fluctuaciones dejaron una huella en la distribución de las galaxias, que puede ser detectada y utilizada para medir la distancia y la expansión del universo, y por tanto, la influencia de la energía oscura.



Euclid creará un mapa tridimensional del cosmos que abarcará más de un tercio del cielo y que permitirá medir con precisión las propiedades de la energía y la materia oscuras, así como su evolución a lo largo de la historia del universo. Euclid observará más de mil millones de galaxias a una distancia de hasta 10.000 millones de años luz, lo que equivale a ver el universo cuando tenía solo un 10% de su edad actual. Con estos datos, Euclid podrá poner a prueba los modelos cosmológicos existentes y quizás descubrir nuevos fenómenos físicos.



Euclid es un telescopio espacial europeo que busca desvelar los secretos del universo oscuro mediante la observación de miles de millones de galaxias a una distancia de hasta 10.000 millones de años luz. Euclid es una misión pionera que abrirá una nueva ventana al cosmos y que podría transformar la astrofísica y quizás la comprensión de la naturaleza misma de la gravedad. Euclid es más que un telescopio espacial, es un detector de energía oscura que nos ayudará a responder algunas de las preguntas más fundamentales sobre nuestro lugar en el universo.

¿Tú que piensas acerca del universo oscuro? Te gustaría saber mas?

A mi también, así que mi siguiente articulo será al respecto.

Nos leemos pronto! 

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