El planeta más cercano y más pequeño del sistema solar: Mercurio.
Mercurio es el primer planeta del sistema solar, el más cercano al Sol y el más pequeño de los ocho planetas principales. Su nombre proviene del dios romano del comercio y la comunicación, que se identificaba con el Hermes griego, el mensajero de los dioses. Mercurio es un planeta que ha despertado la curiosidad y el interés de los astrónomos desde la antigüedad, pero que también presenta muchos desafíos para su exploración y estudio.
Características principales de Mercurio
Mercurio tiene un diámetro ecuatorial de 4879,4 km, lo que equivale a un 38% del diámetro terrestre. Su masa es de 3,302×10 23 kg, lo que representa un 5,5% de la masa de la Tierra. Su densidad es de 5,43 g/cm³, la segunda más alta del sistema solar después de la Tierra. Su gravedad en superficie es de 3,7 m/s², lo que significa que un objeto pesa en Mercurio un 38% de lo que pesa en la Tierra.
Mercurio tiene una órbita muy elíptica y muy inclinada alrededor del Sol. Su distancia media al Sol es de 57,9 millones de km, pero varía entre 46 y 70 millones de km debido a su excentricidad orbital de 0,2056. Su periodo orbital o año dura 87,87 días terrestres, el más corto de todos los planetas. Su velocidad orbital media es de 47,87 km/s, la más alta de todos los planetas.
Mercurio tiene una rotación muy lenta sobre su eje. Su periodo de rotación o día dura 58,6 días terrestres, lo que significa que gira una vez y media sobre sí mismo cada vez que orbita alrededor del Sol. Esto implica que en Mercurio hay dos amaneceres y dos atardeceres cada año mercuriano. Además, Mercurio tiene una resonancia orbital de 3:2 con el Sol, lo que significa que cada dos órbitas alrededor del Sol coincide con tres rotaciones sobre su eje.
Mercurio no tiene satélites naturales conocidos ni anillos planetarios. Tampoco tiene una atmósfera significativa, sino una exosfera muy tenue compuesta principalmente por átomos y moléculas escapadas de su superficie por el impacto del viento solar y los meteoritos. La presión atmosférica en Mercurio es prácticamente nula y su temperatura varía entre los 700 K (427 °C) en el lado diurno y los 90 K (-183 °C) en el lado nocturno.
Estructura interna, geología y composición de Mercurio
Mercurio tiene una estructura interna similar a la de la Tierra, pero con proporciones diferentes. Se cree que tiene un núcleo metálico muy grande que ocupa el 85% de su radio y el 60% de su masa. El núcleo está formado principalmente por hierro y níquel y se estima que tiene una temperatura de unos 1800 K (1527 °C). Se piensa que el núcleo externo es líquido y el núcleo interno es sólido.
Mercurio tiene un manto rocoso muy delgado que rodea al núcleo y que tiene un espesor de unos 600 km. El manto está compuesto principalmente por silicatos ricos en magnesio y hierro. Sobre el manto se encuentra la corteza, que tiene un grosor medio de unos 35 km y está formada por rocas basálticas e ígneas.
La superficie de Mercurio está cubierta por cráteres de impacto de diferentes tamaños y edades, lo que indica una larga historia geológica marcada por las colisiones con asteroides y cometas.
Algunos de los cráteres más grandes tienen nombres de artistas, escritores y músicos famosos, como Shakespeare, Beethoven o Picasso. El cráter más grande de Mercurio es Caloris, que tiene un diámetro de unos 1550 km y se formó hace unos 3.800 millones de años por el impacto de un cuerpo de unos 100 km de diámetro.
Entre los cráteres se encuentran las llanuras, que son zonas más lisas y jóvenes que se formaron por el flujo de lava procedente del interior del planeta. Algunas de las llanuras más extensas son Borealis, que ocupa el polo norte de Mercurio, y Sobkou, que ocupa el hemisferio sur. Otras llanuras son más pequeñas y rellenan los cráteres más antiguos.
Mercurio también presenta rasgos tectónicos, como fallas y escarpes, que son fracturas y pliegues en la corteza causados por la contracción del planeta al enfriarse. Algunos de los escarpes más notables son Discovery, que tiene una longitud de unos 500 km y una altura de unos 3 km, y Enterprise, que tiene una longitud de unos 1000 km y una altura de unos 2 km.
Mercurio tiene una composición química similar a la de algunos meteoritos conocidos como condritas. Se estima que su superficie está formada por un 42% de oxígeno, un 29% de silicio, un 22% de hierro, un 6% de magnesio y trazas de otros elementos como aluminio, calcio, sodio y potasio. Mercurio también tiene una abundancia relativamente alta de elementos volátiles como azufre, carbono e hidrógeno, lo que sugiere que el planeta se formó en una zona más alejada del Sol y luego migró hacia su posición actual.